BAGDAD. Dos hombres hicieron estallar los explosivos que llevaban en un atestado mercado de Bagdad, acabando con la vida de 32 personas, en el primer gran ataque suicida que sufre Irak en tres años, dijeron las autoridades, que lo describieron como una posible señal de reactivación de Estado Islámico (ISIS).
Más tarde, el grupo terrorista reivindicó el el doble atentado suicida que causó también 110 heridos en un concurrido mercado de Bagdad.
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Periodistas observaron charcos de sangre y zapatos tirados en el lugar, un mercado de ropa en la plaza Tayaran, en el centro de la ciudad. Las autoridades sanitarias dijeron que al menos 110 personas resultaron heridas.
"Llegó uno (de los atacantes suicidas), se cayó al suelo, empezó a quejarse de que 'me duele el estómago' y presionó el detonador en su mano. Explotó de inmediato. La gente quedó hecha pedazos", dijo un vendedor callejero que no dio su nombre.
Los atentados, que solían ocurrir a diario en Bagdad, habían desaparecido en los últimos años, desde que los combatientes de Estado Islámico fueron derrotados en 2017, en el marco de una mejora de la seguridad que había devuelto la vida normal a la capital iraquí.
"Grupos terroristas del Daesh podrían estar detrás de los ataques", había adelantado el jefe de Defensa Civil, el mayor general Kadhim Salman, usando un acrónimo árabe para referirse al Estado Islámico en forma despectiva.
Este grupo ocupó casi un tercio de Irak en 2014, pero a finales de 2017 Bagdad aseguró haber ganado la guerra contra los yihadistas. Desde entonces hay células yihadistas escondidas en zonas montañosas y desérticas del país.
El atentado ocurrió en el mismo mercado que fue golpeado en el último gran ataque en enero de 2018, cuando perecieron al menos a 27 personas.
El primer ministro, Mustafa al-Kadhimi, celebró una reunión urgente con altos mandos de seguridad. Fueron desplegadas fuerzas y se bloquearon carreteras clave para impedir posibles nuevos ataques.