Arde El Tepe; fuego arrasa 80 locales

VÍCTOR GONZÁLEZ

  · sábado 11 de agosto de 2018

Foto: Protección Civil Municipal

Un cortocircuito trastornó para siempre la vida en el emblemático y tradicional mercado Benito Juárez, más conocido como El Tepetate, donde 80 de los 270 locales fueron arrasados por el fuego, afortunadamente sin pérdidas humanas, pero con grandes daños económicos para decenas de comerciantes.

De acuerdo con los servicios de emergencias, un chispazo producto de un cortocircuito fue la causa que originó el siniestro, el cual se registró en una bodega de maderas localizada junto a los sanitarios del mercado. Tras incendiarse este almacén, las llamas se extendieron hasta alcanzar los locales de ropa, abarrotes, frutas, verduras y cárnicos.

El siniestro de inmediato fue atendido por autoridades estatales y municipales, cuyos titulares, el gobernador Francisco Domínguez y el alcalde Marcos Aguilar, se reunieron con damnificados y les ofrecieron buscar programas de apoyo.

El saldo hasta el momento es de ninguna persona lesionada, únicamente daños materiales en 80 locales alcanzados por el fuego, los cuales fueron considerados por la autoridad municipal como pérdida total, el mercado del Tepetate tiene más de 270 locales, el daño equivale aproximadamente a la tercera parte del total.

En las primeras horas del pasado viernes (3:30 am), una cortina de fuego y humo espeso, rompió con la tranquilidad de los vecinos de las colonias de San Roque, Linda Vista, El Cerrito, quienes asombrados por lo que ocurría, decidieron a salir a ver qué era lo que se quemaba.

Fue entonces que todo mundo comenzó a identificar que el epicentro de la llamarada daba hacia el mercado del Tepe, como lo llaman, al acercarse al área circundante de inmueble, notaron que las llamas ardían con intensidad, consumiendo y reduciendo a cenizas todo lo que éstas encontraban a su paso; abarrotes, cortinas metálicas de los locales, verduras, maderas, plásticos, cartón, y diversos sólidos que servían de combustible al siniestro.

Ante esta situación, solicitaron la presencia de los cuerpos de emergencias y de la autoridad, la respuesta fue inmediata y nutrida; bomberos, analistas de emergencias, paramédicos, policías estatales y municipales, así como personal del Ejército mexicano se activaron para contener a las llamas y tratar de rescatar lo que se pudiese.

Realizó Marcos Aguilar un recorrido por las instalaciones siniestradas del mercado de El Tepetate. Fotos: Martín Venegas

En un esfuerzo heroico, los bomberos entraron desde los locales que no habían sido consumidos por el fuego, y poco a poco se fueron acercando hacia donde las llamas se asemejaban al infierno, para empezar a atacar con el agua surtida desde diversas máquinas motobombas.

El fuego era tan intenso, que fue necesaria la presencia de al menos 10 pipas abastecidas de más de 20 mil litros del vital líquido, por parte de trabajadores adscritos a la Secretaría de Servicios Públicos municipales del ayuntamiento capitalino.

Como medida preventiva, los rescatistas de protección civil estatal y municipal, evacuaron a 30 personas, habitantes de 10 domicilios cercanos al mercado, en tanto 100 personas más se dedicaban a sofocar el fuego y con ello no se entorpeciera la labor, ni tampoco los trabajos provocarán riesgo a la población.

Durante más de cinco horas, el trabajo conjunto de bomberos y analistas de emergencias dio como resultado la extinción del siniestro; una vez que esto sucedió, el personal que laboró en esta eventualidad retiró material incandescente, plásticos, cartones y maderas, con el objeto de impedir que se reavivara el fuego.

Los vulcanos apoyados con herramientas de corte y esmerilado, procedieron a retirar los fierros retorcidos que cayeron de las estructuras del techo, y con el permiso de los locatarios, procedieron a retirar algunas cortinas de los locales para retirar tanques de gas como medida preventiva.

Se dio paso al personal de Servicios Públicos para recolectar los residuos sólidos consumidos por el fuego; retirar la chatarra, el hollín y el mobiliario reducido a cenizas, que se acumuló en los pasillos y locales, para restablecer al mínimo las condiciones de funcionalidad de este centro de abasto, labor en la que hasta la tarde de este viernes todavía continuaban en la zona.