Fueron cuatro los antros clausurados por las autoridades del Municipio de Querétaro, en la zona de Juriquilla, durante la noche del 19 y madrugada del 20 de octubre, por no contar con sus trámites en regla.
De acuerdo con las autoridades municipales, estas acciones forman parte de un esfuerzo conjunto de la Secretaría General de Gobierno, la Dirección de Inspección Municipal, la Coordinación Municipal de Protección Civil y la Secretaría de Seguridad Pública.
De acuerdo al boletín, estos operativos surgen de la instrucción del presidente municipal, Felipe Fernando Macías Olvera, para reforzar la vigilancia en antros y bares, garantizando el cumplimiento de las normativas vigentes, con el objetivo de evitar cualquier situación que pueda comprometer la integridad de los ciudadanos.
La intervención del 19 y 20 de octubre sigue a una serie de clausuras realizadas los días 17 y 18 de octubre, cuando también se llevaron a cabo operativos en diversas zonas de la ciudad.
En ese primer despliegue, varios establecimientos fueron clausurados por motivos similares: incumplimiento de medidas de protección civil y venta de alcohol sin los permisos correspondientes. Las autoridades subrayaron que la constante vigilancia busca evitar incidentes como sobrecupos o problemas de seguridad en lugares con alta afluencia.
Durante los operativos recientes, Protección Civil detectó múltiples irregularidades, entre ellas la falta de salidas de emergencia señalizadas y la ausencia de extintores en funcionamiento, elementos básicos para responder a una emergencia. Además, se constató que algunos establecimientos superaban el aforo permitido, lo que representa un riesgo considerable en caso de evacuación.
La Secretaría General de Gobierno, en el boletín, explicó que estas acciones son parte de una estrategia más amplia que busca fortalecer el orden y la seguridad en los centros de entretenimiento nocturno de Querétaro.
El objetivo, según las autoridades, no es solo sancionar, sino también generar conciencia entre los propietarios de estos negocios para que cumplan con las regulaciones y ofrezcan espacios seguros para sus clientes.
El operativo de revisión extrema incluyó la supervisión de permisos de funcionamiento, la correcta operación de sistemas de seguridad y el cumplimiento de los horarios de cierre establecidos por la Ley de Alcoholes. La falta de alguno de estos elementos resultó en la clausura inmediata de los locales, cuyo funcionamiento irregular fue calificado como un riesgo para la comunidad.
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