Este sábado por la mañana, los sonidos de una poderosa sirena de ambulancia, llamaron por un instante la atención de vecinos, comerciantes y transeúntes que se encontraban cercanos al Mercado Escobedo.
Fue en la calle Ingeniero Severo Lara, a donde los paramédicos se dirigían a atender el reporte de una persona que se desmayó en la acera, a las puertas de su domicilio.
Se trataba de un hombre de 76 años, a quien le acababa de dar un infarto, pues testigos afirmaban que se aquejaba de un fuerte dolor en el pecho.
La sensación de dolor tan fuerte, hizo que la persona poco a poco perdiera fuerza y acabará acostado en el piso del patio de su casa, sus familiares al ver la escena intentaron ayudarle, por lo que solicitaron el apoyo de los socorristas.
Una ambulancia de Cruz Roja con tres paramédicos a bordo llegó para auxiliar a los familiares del adulto mayor, al analizar la escena y checar los síntomas que padecía, determinaron que se trababa de un infarto al miocardio, por lo que rápidamente se abocaron a aplicar labores de Reanimación Cardio- Pulmonar (RCP).
Los tres Técnicos en Urgencias Médicas (TUM) se turnaron uno a uno para realizar las compresiones torácicas, y ayudar al corazón a bombear sangre al cuerpo del paciente, después de varias compresiones con una ventilación cada minuto por más de 20 minuto la persona no respondía.
Fue necesario el apoyo de una segunda ambulancia con más personal y un aparato desfibrilador para realizar maniobras avanzadas de RCP, con la esperanza de que el paciente reaccionará.
Tras llegar a la hora, y después de varias descargas eléctricas, el septuagenario ya no despertó del trance, sus signos vitales acababan de desaparecer, por lo que médicamente, fue declarado muerto.
Como parte de sus protocolos, Cruz Roja informó a la Fiscalía General del Estado del deceso de la persona para que su personal tomara conocimiento y elementaran la carpeta de investigación correspondiente.
Policías Municipales también apoyaron a la familia para informar al Fiscal en turno sobre las causas de la muerte del adulto mayor.
Una vez en el lugar, personal del Servicio Médico Forense (SEMEFO) llevó el cuerpo a sus instalaciones para la realización de los trámites en materia de medicina legal, y después entregarlo a sus familiares.