Hasta 5 incidencias de alto impacto en cuanto al robo de hidrocarburo, son las que se han presentado en la delegación Felipe Carrillo Puerto, muy cercanas a la zona industrial Benito Juárez donde se encuentra la estación de Pemex y cruzan varios ductos, que ha dejado desde el 2019 a la fecha, varios aseguramientos en cuanto a bodegas, pipas y tomas clandestinas.
Fue en el mes de abril del 2019, que vecinos reportaron una toma clandestina con un sistema rudimentario de mangueras, que provenía de unas canchas de futbol y que concluía en una bodega, misma que fue asegurada por elementos del ejército mexicano y personal de Pemex, sin que se hayan reportado detenidos.
Cabe señalar que también fue en este mismo mes de abril del 2019, cuando una pipa cargada con combustible presuntamente robado, fue reportada a las autoridades y posteriormente asegurada por elementos del ejército mexicano, al interior de un predio particular en el acceso al fraccionamiento Rancho San Pedro y la colonia San Pedro Mártir.
En el primer semestre del 2020, un sujeto fue detenido en posesión de un tractocamión acondicionado con un autotanque cargado con cerca de 36 mil litros de combustible presuntamente robado, fue asegurado por el ejército mexicano a un costado de las canchas de fútbol, cerca de donde ya se había asegurado la toma clandestina, un año antes.
De esta fecha, hasta el mes de noviembre del 2022, la zona de la delegación Felipe Carrillo Puerto, sonó de nuevo en cuanto al robo de combustible, ya que sobre el Acceso II, muy cerca de la estación de Pemex en el parque industrial Benito Juárez, fue asegurada una bodega que al interior se encontraba una toma clandestina, conectada a un ducto de hidrocarburo, pero por este incidente no hubo detenidos, ya que el inmueble era rentado.
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No obstante, tan solo a una cuadra, para el mes de abril del 2023, explotó una bodega sobre la Avenida Felipe Carrillo Puerto y Avenida Revolución, donde se localizaron alrededor de 19 contenedores presuntamente con combustible robado, que alcanzó a calcinar dos vehículos, pero de los presuntos responsables, ya nada se supo, a pesar que el inmueble que también era rentado, fue asegurado por el ejército mexicano y la Guardia Nacional.
