Las famosas fiestas clandestinas son aquellas en las que se destina un inmueble particular, alejado de los lugares concurridos, cuyo acceso se ofrece por internet y podrían llegar a albergar más de 200 asistentes entre estos menores de edad, sin permisos de funcionamiento y menos autorización para la venta de alcohol.
De acuerdo con información que ha logrado reunir Diario de Querétaro, estas fiestas que operan en total anonimato, se organizan a través de las redes sociales, los encargados lanzan un posteo a través de grupos de ventas en Facebook, cuya liga se comparte por medio de las aplicaciones de mensajería como WhatsApp y Telegram, específicamente a alumnos de preparatorias y universidades particulares.
Los accesos VIP se venden en forma de preventa y los métodos de pago son por medio de transferencias bancarias para hacerlas más exclusivas, en ranchos, bodegas, inclusive viviendas en fraccionamientos residenciales, sin importar la edad del interesado, por lo que se permite el ingreso a jóvenes de los 15 años en adelante, con la solvencia para pagar desde los 500 hasta los 2 mil pesos por acceso y disfrutar de una fiesta privada.
Tan solo en lo que va del 2024, el mes de abril es el que ha destacado por la suspensión de fiestas clandestinas derivado de denuncias anónimas, ya que la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Querétaro con apoyo de Protección Civil y el personal de inspección municipal, suspendieron dos inmuebles, uno en Juriquilla Campestre y el segundo en Vista Hermosa; mientras que el tercer operativo estuvo a cargo de la Policía Estatal para clausurar una fiesta en San José El Alto, donde incluso hubo decomiso de sustancias tóxicas.
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Tan solo en los dos eventos que intervino la Policía Municipal, fueron evacuados alrededor de 450 jóvenes de entre 15 a 25 años por los dos eventos en total, sin embargo, por estos hechos, no ha habido detenidos, pero sí la aplicación de multas elevadas por no tener los permisos del municipio, el visto bueno de Protección Civil, falta de seguridad privada y tampoco los permisos correspondientes a la venta de bebidas embriagantes.