Al menos dieciocho carpetas de investigación se encuentran abiertas ante la Fiscalía General del Estado por hechos violentos en contra del transporte público de ruta, de personal y taxis en tan solo semana y media.
De acuerdo con reportes periodísticos sobre atracos al transporte público cuyas denuncias fueron levantadas ante la Fiscalía General del Estado ya suman un promedio de dieciocho casos en el periodo de la última semana de abril a lo que va de mayo del presente año.
Sin embargo, sus operadores consideran que se necesitan medidas más efectivas que solo aumentar el número de policías, la presencia de operativos en paraderos, los cuales no han arrojado datos positivos, y la instalación de cámaras a las rutas.
De acuerdo a lo contabilizado se registraron al menos 12 asaltos de manera consecutiva a rutas de transporte público, dos a transporte de personal, además de cuatro hechos en contra de taxistas, todos con violencia, de los cuales un operador resultó lesionado por arma de fuego en la pierna, otro murió degollado y se realiza la búsqueda de otro conductor al encontrar su unidad baleada y volcada.
En este sector el caso más reciente es el de un taxista que desapareció la madrugada del pasado 2 de mayo tras brindar servicio desde la Terminal de Autobuses de Querétaro (TAQ) con destino al Municipio de Ixmiquilpan en el estado de Hidalgo y ya no regresó a casa.
De acuerdo con información de familiares y conocidos de trabajo se trata del taxista de nombre Fernando Del Toral Vega de aproximadamente 45 años de edad cuyo último contacto que se tuvo fue pasada la 1 de la madrugada después de dejar su pasaje en el municipio hidalguense y que tras su desaparición en la zona limítrofe su unidad fue localizada volcada y con impactos de bala a un costado de la carretera federal 45 en el tramo Portezuelo-Palmillas en el vecino municipio de Huichapan Hidalgo, pero su cuerpo no fue localizado.
Asaltos en rutas, delito fácil
Los afectados señalan que la instalación de localizador GPS en las unidades del transporte como rutas y taxis no sirve.
Esto se debe a que por lo regular los asaltos en transporte público duran poco tiempo y sería una medida efectiva si las policías pudiera llegar inmediatamente tras la activación de una alarma por parte del operador.
Los asaltantes buscan vehículos en zonas alejadas, obscuras y con pocos recorridos de vigilancia, debido a que suponen que no cuentan con medidas de seguridad para pedir ayuda en caso de un asalto.
Consideran que las cámaras de seguridad, que en teoría todos los vehículos traen, sirve como método para identificar a los asaltantes; no obstante, el robo a transporte público no se investiga de oficio y aunque se tenga la imagen del delincuente, se requiere la denuncia de la víctima para que exista una indagatoria.
El delito de robo con violencia generalmente queda impune porque fácilmente el delincuente puede bajar del camión y escapar hacia algún sitio que ya conoce.