Saúl “N” de 17 años de edad, murió ahogado al interior de la Presa Mompaní, en la comunidad del mismo nombre, ubicada al norponiente de la capital queretana.
Pese a las indicaciones de no nadar en estas aguas, varios jóvenes se atrevieron a cruzar la malla ciclónica que evita que personas se metan a nadar en las aguas de este embalse.
De acuerdo con vecinos de dicha comunidad, los muchachos habían estado consumiendo bebidas alcohólicas, pese a las advertencias, entraron por rendijas que se formaron entre la hierba y la malla ciclónica.
Los adolescentes lograron alcanzar una de las orillas del cuerpo de agua, uno de ellos se introdujo en las aguas de la presa, los jóvenes pensaron que el suelo del embalse no era de gran profundidad, pero tan sólo hacía unos meses que personal del Municipio de Querétaro había dragado la zona, con el objeto de ampliar la capacidad de captación pluvial.
Uno de los amigos de Saúl que entró a intentar nadar se estaba ahogado, al ver esta situación el mismo se ofreció a rescatarlo, pese a las advertencias de sus demás compañeros de que no lo hiciera.
La ingestión de bebidas alcohólicas y la temperatura fresca del agua se convirtieron en el factor que terminó por desencadenar la tragedia, Saúl logró empujar hacia la superficie a su amigo, pero el esfuerzo del cuerpo ante tanta energía agotaron las fuerzas del muchacho, quien se fue hacia el fondo de la presa.
Después de varios minutos, sus amigos notaron que Saúl ya no pudo salir hacia la parte superior de la presa, por lo que corrieron para solicitar auxilio a los vecinos de las casas cercanas.
Una llamada a la Línea Única de Emergencias 9-1-1, activó a los cuerpos de rescate, la Coordinación Estatal de Protección Civil Querétaro envió a sus analistas de emergencias y buzos de rescate para tratar de sacar el cuerpo del fondo de las aguas de la presa, para ese momento, los cuerpos de socorro ya lo daban por muerto.
A la operación de rescate se unieron personal de Protección Civil Municipal de Querétaro, tras más de dos horas de maniobras, el cuerpo fue rescatado cerca de la cortina de la presa, los pronósticos se cumplieron, Saúl había fallecido por una sumersión acuática.
Los buzos de rescata auxiliados por los analistas llevaron el cuerpo a una de las orillas del embalse.
Elementos de la Policía Municipal de Querétaro resguardaron la entrada a la presa, toda vez que vecinos y curiosos querían acercarse demasiado cerca de donde se realizaban las maniobras, un cinturón policial de resguardo les negó el acceso.
Agentes de la Policía de Investigación del Delito (PID) recababan testimonios, asimismo solicitaron a los elementos preventivos identificaran a los familiares del joven finado, quienes ya se encontraban en la zona, para informarles la mala noticia, el personal del Servicio Médico Forense (SEMEFO) se llevó el cadáver para resguardarlo, y practicarle la necrocirugía de ley, y que pudiese ser entregado a sus consanguíneos.