Un policía y un migrante resultaron heridos este martes durante un desalojo en una estación migratoria en la ciudad mexicana de Tapachula, fronteriza con Guatemala, al exterior de la cual cientos de migrantes haitianos y africanos protestan desde la semana pasada bloqueando los accesos.
Por octava ocasión, los extranjeros bloquearon la entrada principal del Instituto Nacional de Migración para impedir las salidas y entradas de autobuses con migrantes indocumentados, así como el ingreso de trabajadores, señala un reporte de la policía local.
Los migrantes, que en su mayoría buscan llegar a Estados Unidos, realizan estas protestas para exigir les entreguen permisos para poder transitar libremente por México.
Militares y policías de la Guardia Nacional formaron una valla humana y comenzaron a replegarlos para liberar el acceso.
La trifulca comenzó cuando un grupo de manifestantes se tiraron al suelo para impedir el paso de un autobús. Los militares y policías empezaron a retirar a los migrantes a empujones, desatándose un intercambio de golpes.
La Guardia Nacional liberó el acceso y colocó vallas metálicas y elementos para impedir más protestas. Sin embargo, los migrantes permanecen en el lugar porque manifiestan que no tienen adonde ir.
"Ya pasó una semana de protestas y la situación no se ha resuelto, lo cual es lamentable; es una irresponsabilidad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador no atender esta situación", afirmó la organización promigrante Pueblo Sin Fronteras.
Muchos africanos y haitianos están varados desde hace seis meses en Tapachula esperando regularizar su situación migratoria.
Al llegar a la presidencia en diciembre, López Obrador prometió una política migratoria más flexible.
Pero el presidente estadounidense Donald Trump ha amenazado con aplicar aranceles a las exportaciones mexicanas si el gobierno no frena el flujo de migrantes hacia Estados Unidos.
Luego de negociar con Estados Unidos y para frenar la imposición de aranceles, desde junio México ha desplegado a unos 6.000 miembros de la Guardia Nacional en su frontera sur -por donde acceden la gran mayoría de los indocumentados- y a unos 15.000 en el norte, donde comparte 3.200 km de frontera con Estados Unidos.