CIUDAD DE MÉXICO (AP) — México podría abandonar el Tratadode Libre Comercio de América del Norte si las condiciones para surenegociación no le benefician.
Ése es el mensaje que los dos secretarios que viajarán elmiércoles a Washington al primer encuentro oficial con laadministración de Donald Trump — el de Economía, IldefonsoGuajardo, y el de Exteriores, Luis Videgaray— han reiteradodurante el todo martes, en distintos foros de maneracontundente.
"No vamos a aceptar cualquier renegociación", dijo Videgaraytras una reunión con la Junta de Coordinación Política delSenado. "Siempre existe la posibilidad de abandonar el Tratado yregir el comercio entre México y Estados Unidos a partir de lasreglas de la Organización Mundial de Comercio".
El canciller matizó que ese no es el deseo del gobierno "nitampoco será nuestra propuesta inicial (...) pero es naturalmenteuna opción".
Guajardo subrayó la misma idea en una entrevista con la cadenaTelevisa. "Es imposible venderlo aquí en casa si no hay clarosbeneficios para México". Si vamos a ir por menos de lo quetenemos, añadió, "no tiene sentido quedarnos".
Trump ha prometido renegociar el TLCAN (NAFTA, por sus siglas eninglés) entre Canadá, Estados Unidos y México y aplicar tarifasa las importaciones.
México tiene un superávit comercial con Estados Unidos peromuchos sectores del país quieren más restricciones para lasimportaciones estadounidenses, sobre todo de productos agrícolas,porque dicen que la actual situación ha ayudado a empobrecer a loscampesinos mexicanos que tienen cultivos de subsistencia.
El gobierno, durante toda la semana, ha enfatizado su fervientedefensa a los tratados de libre comercio en general, y al deAmérica del Norte en particular, así como la necesidad dediversificar sus relaciones comerciales más allá de EstadosUnidos para reforzar los vínculos económicos con otrospaíses.
En vísperas del primer encuentro oficial con miembros de lanueva administración de Trump, los secretarios mexicanos mostraronmás contundencia que el presidente Enrique Peña Nieto el lunes,que no habló en ningún momento de salirse del TLCAN aunque sí dela necesidad de que toda negociación se haga con respeto a ladignidad y soberanía de México.
"Ni confrontación, ni sumisión. La solución es el diálogo yla negociación", dijo el lunes Peña, un mandatario que pasa porsu peor nivel de popularidad —una encuesta reciente dice que soloaprueba 12% de los mexicanos— y contra el que se han multiplicadolas críticas por problemas internos, como el aumento en losprecios de la gasolina, y por la falta de contundencia ante lasamenazas del vecino del norte.
Otras tres ideas básicas que los miembros del gabineteenfatizaron el martes son su rechazo a pagar el muro fronterizo alque Trump aspira, que cualquier deportación deberá ser ordenada yque no se aceptará ningún impuesto o restricción a las remesasque envían los mexicanos residentes en Estados Unidos.
Este flujo de dinero suma anualmente unos 24.000 millones dedólares y son el principal ingreso para miles de familias pobresen México. Sin embargo, Trump había sugerido que Estados Unidospodría retener parte de esas remesas para pagar el muro que quiereconstruir en la parte de la frontera que aún no lo tiene. Elrepublicano también amenazó con deportaciones masivas comenzandopor aquellos indocumentados que tengan antecedentes penales.
Los encuentros que Guajardo y Videgaray tendrán el miércoles yel jueves en Washington serán preparatorios del encuentro quePeña Nieto mantendrá con Trump el 31 de enero en la Casa Blanca.El estadounidense ya adelantó que en esa cita, así como en la quecelebre con el canadiense Justin Trudeau, comenzará larenegociación del TLCAN. México confía en que las cuestiones demigración también estén sobre la mesa.