Chihuahua, (Notimex).- Con la participación de población indígena proveniente de los asentamientos rarámuris de la ciudad de Chihuahua, se llevó a cabo la primera edición de la Fiesta de Juventudes Urbanas Rarámuri (Fijura) en el Parque El Palomar.

En un comunicado, se informó que la víspera, público de todas las edades pudo disfrutar de forma gratuita, de las diversas actividades que formaron parte de la cartelera cultural y lúdica de este evento, como talleres de muralismo, graffiti, juegos tradicionales, rap y pintura; así como un stand con el videojuego Mulaka.

Señaló que la Fiesta fue inaugurada por danzantes tradicionales Rarámuri, quienes al ritmo de la música y con sus distintivos pasos y movimientos lograron contagiar su alegría al público asistente.

Durante el Nawésari (palabras para agradecer y dar consejo) Bertha León, gobernadora indígena de la colonia Desarrollo Urbano, mencionó la importancia de establecer espacios para que jóvenes de los diferentes asentamientos del estado puedan disfrutar de actividades diferentes a las que realizan de forma cotidiana, que les permitan desarrollarse sanamente y ampliar sus horizontes.

“Los jóvenes necesitan este tipo de espacios para divertirse, en lugar de que estén echándose a perder. Hay apoyos para los jóvenes por parte de gobierno, pero también es nuestra responsabilidad hacer actividades como gobernadores que somos", subrayó.

"Ayudar a los jóvenes de nuestros asentamientos y colonias con deportes, música y danza. Hay que convivir con ellos y ponernos a bailar”, agregó.

En el lugar también se contó con presentaciones musicales de las raperas locales Anita Skate, Kamus y Amaris Fuentes.

Además de la participación estelar de Mare Advertencia Lírika, cantante mexicana de rap, activista social y feminista, de origen zapoteca, quien compartió con el público sus versos que abordan temas como género, derechos indígenas y situación política y social del país.

Para concluir estas actividades, mujeres indígenas de diferentes edades, participaron en la carrera tradicional de Ariweta, en la que alrededor del circuito, las concursantes dieron cátedra de sus habilidades físicas y de resistencia ante las inclemencias del clima.